Desde marzo a junio del presente año, ocho creadores provenientes de Chile, Colombia, Argentina, Paraguay y El Salvador llegaron a Antofagasta para desarrollar proyectos de investigación que unen a las artes con diversas áreas del conocimiento, en el marco del llamado a residencias 2024 organizado por la Bienal de Arte Contemporáneo SACO.
Esta experiencia les permitió ejecutar un extenso trabajo de campo y de conocimiento de la riqueza y diversidad de la región, vinculándose con destacados expertos locales ligados a las áreas de investigación de cada línea a la que postularon: Migración, Geología, Antropología y Microbiología.
Las artistas Belén Rodríguez (Paraguay) y Salomé Restrepo (Colombia), fueron las primeras en llegar para su estadía de un mes durante marzo, obteniendo múltiples visiones de la mano de individuos e instituciones ligadas a la población migrante. En sus primeros días, participaron de diversas reuniones que les ayudaron a orientar sus respectivos proyectos de investigación, con la Organización Internacional de Migrantes (OIM) y el Instituto de Derechos Humanos (INDH), así como con diversos expertos en migración como Jimena Silva, Angelica Cid y Alfonso Urzúa. Otra de sus visitas significativas fue a la Fundación Recrea, donde permanecieron tres días investigando en el Barrio Transitorio La Chimba.
Por otro lado, visitaron el macro campamento Los Arenales, compartiendo junto a sus dirigentas y representantes de la Corporación Rompiendo Barreras, Jessica Marín y Elizabeth Andrade, la última reconocida con el Premio Nacional por los Derechos Humanos en 2022. Para Salomé, fue una experiencia emocionante, ya que le permitió comprender que estas realidades se viven en toda latinoamérica: “Una de mis actividades favoritas fue la caminata que hicimos con las dirigentas de Los Arenales, toda la información que nos compartieron, el sentir que estábamos entrando a la comunidad y conociendo un poco cómo viven las personas (…) Ir allá tocó mucho mi corazón porque también es comprender que hay barrios así en diferentes lugares de América Latina”.
En abril, fue el turno de Isidora Correa y Pedro Donoso, chilenos profesionales de las artes visuales que fueron seleccionados en la línea Geología. Enfocados en explorar las diversas virtudes del Desierto de Atacama, durante su residencia asistieron a un recorrido por la sala de geología del Museo Ruinas de Huanchaca, se entrevistaron con la académica y miembro del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (CREA) de la Universidad de Antofagasta (UA), Ingrid Garcés, se reunieron con Eduardo Campos, director de la Escuela de Geología de la Universidad Católica del Norte (UCN), recorriendo el Museo de Geología Profesor Humberto Fuenzalida V., y compartieron junto al destacado geólogo Guillermo Chong.
Pedro apreció tomar contacto con especialistas en la materia, ya que “eso me ha entregado una perspectiva que no tenía sobre la noción de ‘tiempo profundo’, que es propio de los grandes procesos del territorio planetario. Eso, junto con las distintas visitas realizadas en la ciudad y alrededores le dieron a esta residencia un sentido irrepetible”.
También realizaron un viaje de contextualización por localidades de la región y espacios históricos, como las ex oficinas salitreras Chacabuco y Pedro de Valdivia; visitaron María Elena, donde gracias a la gestión de la Fundación Cultura, Turismo y Deporte de la Municipalidad, pudieron recorrer el Museo del Salitre, el Museo del Juguete Pampino, el teatro histórico y el Mirador Flor del Desierto, ubicado en el perímetro exterior de Cerro Dominador. Como última actividad durante su estadía, conocieron un laboratorio del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación en Baterías de Litio, Lithium I+D+i UCN, junto a Andrea Jara, donde observaron muestras de bacterias que ayudan a separar cobalto y litio de las baterías en desuso.
Durante mayo, la Bienal SACO recibió de forma paralela a los artistas de las líneas de Antropología y Microbiología, quienes residieron en San Pedro de Atacama y Antofagasta, respectivamente.
Melissa Guevara (El Salvador) y Alejandra Montiel (Argentina), de la línea Antropología, se quedaron unos días en la capital regional, instancia donde conocieron el centro de la ciudad, su zona histórica y se reunieron con René Huerta, director del Museo de Antofagasta, para aprender sobre la historia local mediante un recorrido por el edificio patrimonial, antes de dirigirse al ayllu de Solcor para comenzar su estadía en La Tintorera.
Ya en San Pedro de Atacama, se juntaron con Arturo Torres, gestor del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo Gustavo Le Paige, quien las guio en sus procesos exploratorios. Por otro lado, Verónica Moreno, directora de La Tintorera, las invitó a participar de una serie de actividades, como la quema de cerámica o jornadas de bordado junto a personas de la comuna.
“Creo que una de las conexiones más hermosas que hemos experimentado es llegar a La Tintorera. Verónica es un repositorio de información, de vida, de experiencia. Es un lugar realmente hermoso, es un punto exacto para generar redes aquí, un lazo entre mundos”, manifestó Melissa.
En el caso de la línea Microbiología, los creadores Catalina Reyes (Chile) y Sebastián Guzmán (Colombia), conversaron con Gladys Hayashida, científica de la Universidad de Antofagasta (UA) experta en microbiología marina y coordinadora C-TyS UA, quien les entregó recomendaciones para sus investigaciones. En esa misma jornada visitaron el Departamento de Ciencias Acuáticas y Ambientales, donde conocieron a Juan Morales, acuicultor del laboratorio de análisis y compuestos bioactivos, quien les mostró la pigmentación de las microalgas.
Posteriormente, se reunieron con Bernardita Valenzuela del Instituto Antofagasta y Mariella Rivas, académica del laboratorio de Biotecnología Ambiental BIOL UA, con quien realizaron un recorrido por su laboratorio y aprendieron sobre las bacterias, microalgas y sus funciones. Por último, estuvieron con Benito Gómez Silva, docente de la unidad de Bioquímica UA. Catalina visitó parte del Nodo Laboratorio Natural Salares, proyecto coordinado por la científica Daniela Meneses, quien hizo un recorrido por el laboratorio y resolvió las dudas de la artista sobre pigmentación y microalgas.
El trabajo de campo de ambos artistas, así como les ocurrió a los residentes de las otras líneas, les hizo incorporar cambios a sus proyectos. “Llegué a la residencia con la pregunta de cómo incorporar el entorno de Antofagasta dentro del proceso fotográfico. Era una pregunta bastante amplia y gracias a las conversaciones con los académicos de la Universidad de Antofagasta, decidí hacer pruebas y experimentar con microalgas específicas, que fueron dadas de manera muy generosa por la universidad, e incorporarlas en el proceso de revelado de negativos de fotografías”, detalló Catalina.
Además de sus actividades de vinculación con diversos científicos y representantes de instituciones, junto a su trabajo en terreno, cada una de las duplas hizo talleres y charlas a modo de retribución, en el marco de los lineamientos de SACO y su programa escuela sin escuela, cuyo objetivo es impulsar y fomentar el desarrollo artístico en la región.
De esta manera, la Bienal SACO culmina un exitoso semestre de residencias, cuyo objetivo es posicionar al Desierto de Atacama como un terreno fértil para la investigación y creación artística, no solo potenciando la visibilidad de la diversidad y riqueza del territorio, sino también destacando la importante labor realizada por los científicos y expertos locales. La última línea del llamado, Astronomía, se ejecutará en agosto, con la participación de dos artistas provenientes de Colombia y Brasil.